La maravilla del lápiz es que su trazo es controlado, y no como el carbón que es más brumoso y caprichoso en su avance. Para el motivo de hacer estudios es conveniente usar un lápiz 2B, que no es ni muy duro, ni muy blando, es ideal.
No intentes representar el claro oscuro de manera descontrolada, poco meditada, mira las sombras y plasma con calma "lo que miras", paso a paso, por eso es que el lápiz es insuperable para esa clase de estudios. La tinta china también es controlada, pero el contraste radical entre el papel y su negro intenso intimida al principiante. El carbón responde bien a la presión y tiene tonalidades medias muy hermosas, pero su blandura más se parece al pincel, por ello conviene saber como avanzar con él, y requiere más práctica.
Mira con respeto a ese humilde instrumento de dibujo: el lápiz grafito, y recuerda que con ese material se han hecho maravillas, desde los dibujos académicos del romanticismo hasta de trazos resueltos y en movimiento de Daumier.