Percepción e ilusión




Trata de hacerla bailar dándole con tu imaginación un medio giro a un lado y luego otro medio giro al inverso, aunque es difícil al comienzo este ejercicio es muy bueno para ejercitar el cerebro. En realidad nunca da la vuelta entera, tu cerebro es la que genera esa ilusión, por muchos años tu mente ha procesado ese dato, y es que es antinatural dar un saltito con medio giro y sin esfuerzo regresar al origen, para el cerebro lo natural es culminar el giro. Trata de imaginar que la mujer tiene que patear con la pierna derecha varias veces, rota tu cabeza de izquierda a derecha, como ayudándola a patear, después solo hazlo con tu imaginación. La otra manera es imaginar que primero tiene alzada la pierna derecha y luego la cambia por la izquierda... —¿puedes hacerlo?  —si te sale a la primera eres el rey, sino ya tienes un buen motivo para perder el tiempo            


Escalera arriba, escalera abajo —por Escher

En este castillo de Escher la cosa es saber si la gente sube o baja, en la realidad eso es imposible, pero en la perspectiva bidimensional si es factible. Si tu tratas de recrear ese castillo tendrás que hacer una secuencia natural de ascenso o descenso, dependiendo de tu deseo, pero siempre habrá un punto más alto que otro. Lo que hace el papel es ocultar la tercera dimensión, el cerebro interpretará la ausencia de profundidad a su manera. En realidad todo el arte de la pintura es un engaño porque solo está en un plano, con bellas mentiras aquel mundo bidimensional nos dice que hay profundidad, volumen y vida.  



También están las ilusiones de los colores. El sistema visual humano descansa en el opuesto, esa es su manera de darle reposo a los ojos y a la vez de buscar de manera instintiva una ubicación y secuencia armonía. Tal como el cerebro completa el movimiento, también llena la secuencia de los color complementarios. Eso se ve claramente en el trabajo de Created by Jeremy L. Hinton en su "Lilac Chaser". [Mira el (+) del centro. En los vacíos que se generan en el ciclo mirarás un verde]



Lilac Chaser — por Jeremy L. Hinton

Van Gogh llevaba eso en el sangre, el sabía perfectamente cual era la pareja más idónea de colores, y no solo eso, también analizaba con la velocidad de un impacto meteórico cuales eran los sistemas armónicos secuenciales más apropiados. Algo así como un "músico salvaje" del color, similar a esos tipos que no saben leer un pentagrama y que con solo oír su "música interna" generan maravillas con naturalidad. Claro que Van Gogh sabía las teorías de Goethe y todo aquello que hablaban los impresionistas de los complementarios, pero él no solo hallaba el complementario evidente, entre el caos y la secuencia el encontraba armonía, genio indiscutible.


Primeros pasos — por Vincent Van Gogh

Por último están las ilusiones de la vida, esas que te hacen creer las cosas que no son, el chisme de la vecina, el mal consejo de tu madre, la enamorada que te pide plata entre beso y beso, el amigo que dice que te estima y nunca te devuelve los libros que le prestas, el que dice que te puede ayudar y al final te mete en más problemas, el que presume de ser un enamorado de la vida pero que en realidad solo es un violador incapaz de ser amado por la oscuridad de su alma, el político que promete salvar a un país y al final solo se lleva el dinero para un pomposo cuartel de invierno en Europa, en fin, son tantas las ilusiones en esta vida...

Dedicado a Raquel Crusoé