Dibujar un rostro hermoso

Ximena- por Salvador Núñez

Cuando se hace un retrato uno debe captar no solo la forma. Si te concentras en su mirada, en un leve gesto, en la postura de su cuello, tal vez algo involuntario para la modelo, incluso para ti, estarás en el camino correcto, y no importa si lo recreaste del recuerdo, de una foto, o de natural, lo importante es que hayas sido capaz de captar ese instante que lo resume todo. Es preferible trabajar del natural, o como en este ejercicio, que viene de un ejercicio nemotécnico, sugerido por Leonardo, que es repetir el modelo varias veces hasta que se grabe en la memoria, yo lo copié 5 veces a lápiz, y el quinto lo hice de memoria con el carbón. En apariencia es una perdida de tiempo, pero no lo es, cada pintor debe tener en su mente un buen "archivo de imágenes", y eso con los años es más trascendente, ya que la memoria se debilita si no se ejercita.



He tratado en todo instante captar el lindo rostro de mi amiga Ximena, pero tuve unas fallas, por ejemplo: sus ojos son más chinitos, la edad que aparenta en el dibujo es un tanto mayor, pero me agrada su postura y la recreación casi exacta del claro oscuro. También me alegro de la manera simplona con la que hice los detalles de la bata, como jugando, y me salió bien. Pero lo que más me contenta es que aún me funciona la memoria y la paciencia.

Cuando dibujas un rostro agraciado debes tener mucho cuidado con la distancias, basta que te equivoques unos dos milímetros para que la cara sea de otra persona. Tienes que imaginar que es un trabajo de cartografía, y que un desatino podría provocar una guerra. No mires por mirar, limitándote a recrear los "elementos" que tienes en tu delante, tienes que analizar profundamente sus "características". Incluso si no supieras de proporciones, pero intuyeras de manera salvaje "la correcta manera de mirar" el resultado será bueno.
Diversos autorretratos del maestro Van Gogh, y un daguerrotipo

Si uno compara los autorretratos del mismo Van Gogh, gran maestro, uno se dará cuenta que ninguno es igual al otro, y lo mismo ocurre con los varios retratos que hizo Rembrandt de Saskia. Pero si quieres que salga igualito la manera correcta es a la antigua, con cuadrícula en vidrio y visor, si es del natural, o proyectando una imagen sobre el lienzo, como Dalí, o copiando con una cámara oscura al modelo, a la manera de Vermeer.

Magistral retrato de Saskia, por Rembrandt.