Cómo aprender a dibujar desde cero. Consejos de Alonso Núñez Rebaza - II

S: — ¿Y entre dibujar observando a un objeto o mirando hacia adentro, con cuál de los dos te sientes más cómodo? ¿Con cuál disfrutas más?
A: —Ummm. Depende de las circunstancias. ¿No? Si yo quiero dibujar algo que estoy viendo especialmente, y me interesa lo que estoy diciendo, si hay un disfrute, si hay una búsqueda, un deseo de reproducir eso, porque me interesa el tema, pero generalmente son cosas que yo tengo adentro y me gusta dibujar. Derrepente estoy dibujando, que se yo, una viñeta o una caricatura, y se me ocurre la cara de una mujer, y mientras yo descanso empiezo a dibujar la cara de la mujer, que no existe en ninguna parte, solo en mi cabeza, y no sé, esas cosas me divierten mucho, y por eso me distraigo tanto, ni cuenta me doy de la hora que es, ni nada, pueden ser las tres de la mañana dibujando simultáneamente dos cosas, lo que tengo que hacer, que también me gusta, no me disgusta hacer caricaturas, me encanta, es un tema obligatorio, dejo de hacerlo ,y a la vez me relajo, cuando retomo lo otro lo veo más claro.
S: —Y cuando vas dibujando vas pensando a la vez que: este brazo debe ser más largo, este más corto, que la sombra así…
A: — Yo creo que lo hago por instinto, yo diría que el cerebro tiene una especie de software, porque evidentemente hay un aprendizaje de la formas, así como aprendes a caminar, hablar, igual aprendes a entender el lenguaje de las formas, en sus proporciones, movimientos, gestos, actitudes, que se yo, todo eso es aprendizaje. Llega un momento en que dejas de pensar en esos puntos y ya sabes inmediatamente si un brazo es más largo, o debe ser más corto. También puede venir lo que es la desproporción deliberada, pero, ya hay un software, una memoria de lo que has aprendido con el ejercicio constante, que te obliga a observar, registrar, a entender, comprender, reconocer. Ese proceso es largo, de toda la vida, nunca terminas de aprender. En realidad un cuerpo humano tiene todos los problemas del dibujo.
S: —Tu sientes que todavía estás aprendiendo.
A: — Si. Yo siento que no acabo de aprender. Siempre me sorprende algo. Las manos, por ejemplo, es un tema extraordinario, hasta a veces más difícil que la cara, ¿no? Porque las manos tienen una capacidad expresiva enorme, y muchos artistas se dedican a hacer manos porque es un problema de perspectiva, expresión, jodido. La mano para mí es un tema maravilloso, inagotable. Las manos siempre acompañan al gesto.
El cuerpo entero está hablando cuando tú te comunicas.
S: — ¿A ti te ha pasado que cuando dibujas un rostro no muy agraciado, en las norma de lo que es el canon universal, de pronto al dibujarlo encuentra una belleza?
A: — ¡Ah!, por supuesto. Para mi cada rostro…
S: — Y al final cada rostro te parece hermoso...
A: — Por su puesto, totalmente de acuerdo. Cada cara tiene una estructura propia, una armonía propia.
Yo creo que el lenguaje del arte te conecta más sanamente a la vida, y eso lo hace mejor ser humano. Soy un convencido de que el arte tiene ese papel social.

Mozart —por Alonso Núñez Rebaza

Cómo aprender a dibujar desde cero. Consejos de Alonso Núñez Rebaza

Salvador: —Tío Alonso. Para ti la línea que es. Leonado decía que era un límite imaginario, que en realidad no existía.
Alonso: —No existen pues, es una concepción abstracta. L a línea es una sucesión de puntos en el espacio.
S: — Y qué es el dibujo  en el papel
A: —Es una huella, un registro, con tu manera de ser una simple línea puede revelar mucho de ti. A través de una letra un grafólogo puede llegar a saber cómo eres. Igual si tú trazas una línea recta, no sé, la manera en que está, cada una es distinta. En el trazo hay una especia de registro que revela tu estado de ánimo.
S: —Claro, se pueden ver y sentir  las diferencias entre Rembrandt, Goya, Daumier…
A: —Detrás de la línea está la historia más íntima de esos maestros.
S: — ¿Cómo es que unos llegaron a recrear la forma con la línea y otro no? Esa precisión… Según tu experiencia en que radica el hecho de tener esa habilidad, de dibujar bien.
A: —Esa habilidad  es solo eso ¿no? Una habilidad. Porque un buen dibujo no es necesariamente un dibujo “correctamente”  hecho en cuanto a proporciones, perspectiva, para mí un buen dibujo es un concepto más completo, ¿no? puede ser de repente un dibujo no hecho muy correctamente.
S: —Como Chagall
A: —Claro, Picasso también hacía trabajos así, unos casi garabatos, y muy expresivos, con mucho contenido. Entonces para mí el buen dibujo…
S: —Pero Picasso era un buen dibujante. Me refiero al sentido de la línea tal cual es, al acto mecánico, de dar una forma definida en el papel, desde un punto de vista académico, claro, porque desde un punto de vista conceptual ni siquiera la forma es necesaria para expresar algo.
A: —Bueno, el dibujo es una habilidad que puede ser desarrollado en algunos casos, pero a mi manera de ver es innato el reproducir en un papel una forma mientas la estás viendo.
S: — ¿Mientras tú dibujas puede hablar? O prefieres el silencio, la privacidad.
A: —ummm
S: —Creo que así es más fácil
A: —Sí, sí, sí. Yo prefiero estar concentrado en mi dibujo. Me distraigo y me distraigo, y pierdo…
S: —y que te pregunten ¿cómo lo hiciste?
A: —No, no, no, pierdo completamente la capacidad de registro. Yo estoy viendo algo y mi concentración es absoluta en la forma.
S: —Una vez recuerdo que le preguntaba al abuelo del como hacía sus dibujos, y eran varias las preguntas, él me dijo: —“Primero mira y después te explico” —Era como si ese mundo fuese muy privado y complejo.
A: —Si pues. Yo también siento lo mismo.
S: —Es concentración entonces.
A: —Una parte concentración. Es otro lenguaje. Como si estuvieras hablando otro idioma. Si estás hablando castellano no puedes hablar inglés y castellano al mismo tiempo, algo así.
S: — ¿Y has experimentado la perdida de la noción del tiempo?
A: —Totalmente
S: — Carajo, puedes estar cinco horas…
A: —Puedes tenerme toda la mañana dibujando…
S: —Pero si estás sentado cinco hora sin hacer nada de tu oficio te aburres.
A: —Así es. Creo que es una característica de todo buen dibujante
S: —Es como un yoga.
A: —Sí, sí, sí. Es un tipo de realización también. Yo cuando estoy deprimido dibujo, como una necesidad, algo así como salvar el día, en vez chupar dibujo cualquier cosa, no importa que sea algo importante, un garabato, si es un invento, lo que sea, el hecho es que el acto de dibujar me da un estado de ánimo especial, me sana, es curativo el acto de dibujar… Dibujar es como un ritual, es un acto creativo, místico. No me gusta dibujar y hablar…claro, cuando hablo por teléfono no, en ese caso si deja mover la mano y hacer dibujos, pero generalmente es con personas que no generan en mi ninguna atención, está molestando, y para no aburrirme dibujo, quiere decir que no estoy muy concentrado en lo que me dice y más concentrado en el garabato que estoy haciendo.

Continuará...
George Bush -por Alonso Núñez Rebaza

Como aprender a dibujar desde cero (mirando dentro de tu alma)

Ahora que tienes una idea de lo que eres capaz de hacer mirando un objeto natural, ahora dibuja un objeto imaginario, es decir, mirando dentro de tu alma, en tus recuerdos.

Cierra los ojos y "visualiza" algo cotidiano. Una vez que lo tengas bien presente, en todos sus detalles, incluso evocando olores, texturas y sentimientos, trata de dibujarlo, uno con los ojos cerrados y otro más con los ojos abiertos.

El dibujo que hagas con los ojos cerrados es probable de que no salga proporcionado, enlazado en sus partes, pero la sensación te ayudará a comunicarte con tu alma. Serás consciente de que estás en la capacidad de recordar cualquier cosa con una increíble cantidad de datos, todos enlazados de manera asombrosa en un solo instante (si el proceso de meditación es el correcto)

Llegando la noche -por Salvador Núñez (escena imaginaria)

Para que puedas meditar correctamente debes focalizarte en ese elemento, "contemplarlo con humildad y profundo amor", sentir que es "real" porque en verdad está dentro de ti. No cuestiones nada, no te preguntes si es real o no, simplemente "contémplalo" y dibújalo.

Es posible que en este primer intento frases como: ¿es así la mano? ¿se puede entender que es una figura en esa postura? ¿tienen que verse todos los dedos de la mano?...etc, y que con "eso" el resultado se amengüe en calidad. La duda es el enemigo de todo resultado artístico.

Ahora tienes que empezar a "ver". Lo que padeces es una suerte de ceguera. Entonces hay que sacar el velo que está cubriendo tus ojos y empezar a "descubrir el mundo tal cual es". No te sientas mal si tropiezas con tu "raciocinio", es natural caer en la torpeza de creer que todo lo aprendido valió la pena.

El siguiente paso es dibujar del natural, mirando con mucha atención la cosas como son, y no solo el objeto, es necesario que mires las formas que están fuera de él, pero eso lo dejaremos para la siguiente clase, cuando hablemos de la linea. Por ahora te diré que es un límite conceptual entre el objeto en cuestión y su entorno.

Si miras solo el objeto este se escapará en sus límites, por eso debes observar lo que está alrededor de él. Eso también tiene una forma, y si tratas de dibujar lo externo también estarás dibujando el contenido. Empieza a reflexionar sobre el concepto del "límite" y destruye toda jerarquía de lo que es tú considerabas más importante. A los ojos del pintor todo es importante. Mira este dibujo de Leonardo da Vinci y entenderás a lo que me refiero.


Entonces elije un objeto cualquiera y trata de ver lo que hay alrededor de él, este ejercicio le dará fortaleza a tu capacidad de observación, por ahora no es necesario que lo dibujes, simplemente imagina. También puedes practicarlo con dibujos de grandes maestros del renacimiento, sin embargo es preferible que lo hagas con objetos reales. El hecho de procesar elementos tridimensionales es más instructivo para el cerebro que analizar imágenes planas.

Cómo aprender a dibujar desde cero

—Primero debes olvidar lo que hayas aprendido, todo.
—¿Olvidar? eso es imposible.
—Falso. Si se puede. Lo que pasa es que manejas "símbolos" al igual que usas las letras para crear palabras que guarden un significado con las cosas.
—¿Símbolos? Una cosa es una nariz, y otra cosa una palabra.
—Te equivocas. Dejaría de ser una "nariz" si aprendieras a ver. Hazme un favor: Agarra un lápiz 2B y un papel sencillo, de esos blancos que usas para la impresora, o incluso papel craft, no importa. Lo que deseo es que intentes dibujar un rostro.
—Me pides imposibles. Ni siquiera se dibujar bien un vaso, ¿y quieres que dibuje un rostro?
—No hay gran diferencia entre dibujar una piedra a un rostro, pero lo que me dices es más difícil, un vaso tiene características muy especiales,como transparencia, distorsión, brillos, sombras iluminadas... eso si es un tanto más complicado. Yo solo te pido un rostro, y que detrás de ese dibujo le pongas la fecha, este día trascendente en el que entenderás de una vez por todas que dibujar no es tan complicado como parece, es solo cuestión de "ver", y de sentir que eso que está frente a tus ojos es completamente nuevo, como si se tratase del rostro de un extraterrestre. Imagina que tu amigo, amiga, madre, esposa... o tu amante, es un alienígena, un E.T. recién salido de su platillo volador.
—Pero a mi esposa la veo todos los días, su rostro lo conozco.
—Tal vez lo conozcas, pero aún no lo has "visto". Me explico: El cerebro está dividido en dos hemisferios, el izquierdo y el derecho. El izquierdo se encarga de escribir, memorizar, razonar los números, ordenar las secuencias paso a paso hasta llegar a un concepto bien definido. El derecho en cambio se encarga de ser holístico, de integrara las partes en un todo espontaneo, no paso a paso, sino de golpe.

El hemisferio derecho no acude a la memoria porque sabe que lo "evidente" muchas veces es "falso".

—Ya, Salvador, atraco, pero dame unas pautas, como debo hacer, supongo que hay un método.
—No lo hay. Te engañaría. El rostro de tu esposa es diferente al rostro de Rocío, y el rostro de Rocío, como el de tu esposa, son únicos en el mundo, no hay otros iguales. Por eso te digo que no hay reglas, cada rostro es especial, tiene un acertijo que solo puede ser entendible si lo miras como algo completamente nuevo.
—Pero como le haces cuando dibujas de memoria. Yo te he visto dibujar de memoria, y te sale como es en la realidad. ¿Ahí qué estás mirando?
—Simple. Estoy mirando hacia adentro. No se trata de un "don". Todos tenemos un banco extenso de imágenes dentro de nuestras mentes, solo tienes que "mirar" y copiar desde adentro. Incluso es más fácil, porque eso que "sale" ya está afianzado y puedes modificarlo a tu regalado antojo, pero un modelo del natural no puede ser alterado, si es que pretendes hacer una "imagen fiel".
—Me va a dar vergüenza dibujar. Mi trazo es el de un niño de nueve años. Creo que voy a desistir.
—No lo hagas. Mejor quedemos en un trato. Si tú en nueve meses no aprendes a dibujar te devolveré el dinero que hayas invertido.
—¡Satisfacción asegurada, o le devolvemos su dinero! ya pareces de Tele-mercado: ¡Llame ahora mismo y tendrá un 20% de descuento!
—Ja ja ja... que socarrón ante mi oficio de maestro, pero repito: "Dame nueve meses y aprenderás a dibujar como los dioses"
—Trato hecho.
—Bueno. Empieza por hacerle un retrato a tu esposa. Si te da vergüenza tu trazo dile que no se lo puedes enseñar, que esa es una condición del ejercicio. Mejor si la dibujas de perfil, cuando esté mirando televisión, así será más fácil que si la hicieras de frente, o tres cuartos. Cuando tengas listo el retrato me lo envías a este correo: salvadorpintor@gmail.com


22 años - anónimo

06/11/2011
Aquí el defecto principal es la proporción entre el rostro y la cabeza (el cráneo está muy pequeño). El rostro está mejor realizado, incluso hay algo de mérito en la estilización de la boca y barbilla.


Ahora traten de dibujar una silla, un personaje de memoria a cuerpo entero, y la mano izquierda. Si eres zurdo dibuja tu derecha.


Gracias a los blogueros que enviaron sus dibujos. Sigan enviando. Los he revisado todos.


Sin especificar edad... Aquí se puede ver la cabeza a proporción, y una resolución de escorzo bien hecha, el problema está el  las manos y  el grosor de los antebrazos.

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Nota: Los lectores de este blog también pueden enviar sus dibujos, y digan si quieren el anonimato, o no. Sabré respetar vuestra decisión. Dejen su edad , solo a manera de referencia.