Giovan Battista Armenini

Giovan Battista Armenini cultivó el arte de la pintura antes de dar sus votos a Dios en el sacerdocio, de él solo queda una "Asunción" en Faenza, la tierra que lo vio nacer.
En Ravena, en el año de 1587, publicó: "Sobre los verdaderos preceptos de la pintura", ahí escribe sobre las técnicas en la pintura y las diversas escuelas italianas. En unos puntos parece contradecir la fuente del naturalismo puro, él no la cita como la más grande entre todas las fuentes, se queja de su imperfección y de manera directa nos lleva al idealismo manierista.
Le da importancia el aprender de las diversas formas de ver y expresar, mensaje muy contradictorio a los postulados de Leonardo.
El mensaje del maestro  Giovan tiene un mensaje muy actual si se le pone en otro contexto.
Hay que recordar que los grandes como Velázquez (estilo barroco) o Rafael (el clásico), inspiraron sus obras en la naturaleza, no en el trabajo de otros, pero, no obviemos que el mirar lo que hicieron los grandes maestros ayuda a superar caminos difíciles en los primeros pasos, pero de ahí a copiarlos...En ese caso hay que seguir solo a los titanes del arte, me refiero a: Durero, Rafael, Rembrandt, Velázquez, Leonardo y William Turner, ellos "casi siempre" dicen la verdad.
¡Ten mucho cuidado! los vicios, en el arte, también se aprenden.

En lo de hacer esculturillas de lo que vas a pintar si que es un trabajo y ejercicio formidable, así tu cerebro relacionará de manera más correcta el objeto tridimensional con la pintura bidimensional que vas a realizar. El pintor debe cultivar la escultura como segundo oficio.    

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Unas palabras del maestro Giovan Battista Armenini:

Los modelos naturales no bastan.


Los pintores ganan gran provecho en viajar por varios países como hacen, porque así ven pinturas muy distintas y estilos raros de obras fantásticas y nuevas, con lo que su espíritu cobra seguridad y se enriquece de muchos nobles conocimientos referentes tanto al desnudo como a una vasta variedad de temas.
Y no sirve objetar que los modelos naturales son suficientes en cada caso, que pueden hallarse en cualquier parte y que un pintor que demuestre saber imitarlos puede ser considerado bastante diestro. Esto no será tan fácilmente concedido, porque entre nosotros, los artistas, es cosa bien sabida que el uso de modelos vivientes, si no es ayudado por un estilo vigoroso basado en los antiguos, sólo reporta desprecio para el pintor que en todas sus obras se fía de ellos. Después de un repetido examen de muestras de la escultura antigua, hemos llegado a la conclusión de que la naturaleza, decayendo continuamente desde las edades primitivas, ha llegado a ser tan tosca y chapucera que ahora resulta difícil —incluso después de inspeccionar un gran número de personas —Hallar un cuerpo o un miembro de tal calidad que pueda ser aprobado sin enmiendas por un artista competente.

Cómo adquirir una buena manera de la pintura.


Hay dos procedimientos muy seguros para aprender la manera que hemos dicho: uno es copiar asiduamente las obras de varios buenos artistas; otra, aplicarse sólo a uno que sea de primerísimo rango. Si sigues el primer método, una regla general y universal es copiar siempre las mejores obras, las de mejor técnica y las más próximas a la buena escultura antigua. Gracias a un continuo estudio te habituarás a sus formas y la dominarás tan completamente que podrás poner a contribución uno o dos de sus motivos composicionales en cada una de sus obras...
Debemos concluir, pues, que además de buscar los objetos naturales mejores y más perfectos, debes completarlos con una buen manera y con ésta ir tan lejos como creas suficiente, porque, en cuanto hayas combinado una buena manera con un buen modelo natural, podrás hacer una composición de sobresaliente belleza.

La utilidad de modelos de bulto

Es una antigua y muy loable costumbre de los mejores pintores que, cuando reciben el encargo de nobles e importantes obras, una vez han trazado el plan de la composición, se ponen a la tarea empezando por hacer muchas figuras en escultura y a veces hasta grupos enteros con las mejores posiciones y la mayor corrección posible en las medidas. La mayoría de los pintores las hacen de los mismo tamaños y formas con que piensan reproducirlas en su obra definitiva, y en verdad que ello les cuesta no poco trabajo, aplicación y tiempo, pues se ven obligados a empeñarse en un tipo de trabajo que es ajeno a su profesión, excepto en lo concerniente a esas figuras. Lo hacen tanto para estudiar los escorzos y el sombreado en los puntos que puedan serles dudosos, como para comprobar algunos otros detalles inherentes a las composiciones de figuras múltiples.

Giovan Battista Armenini