Clases brutales -por Salvador Núñez (Humano 666)
Por lo que veo en mis amigos acompañantes uno que otro es maestro, así que esta clase de arte la dedico para ellos y ellas.
Ejercicio primero:
Respira hondo, olvida todas tus preocupaciones, los gritos de tus alumnos y sus faltas de respeto, las quejas de los padres, la presión del director, los balances y evaluaciones. En cada respiro perdona a los que te han ofendido, mira con amor a los que te odian o te tienen envidia, convierte tu envidia (si es que la tienes) en admiración. Mira al mundo con profundo amor en cada respiración.
No se si este humilde maestro virtual signifique algo para ti, pero, yo te amor con todo mi ser y te respeto por el simple hecho de existir, aunque no te conozca, yo te quiero de sinceramente porque eres mi prójimo y solo tratando de hacerte la vida más feliz puedo adorar a Dios.
Ejercicio segundo:
Ahora que estas más relajado recuerda tu infancia, todo aquello que te gustaba del colegio y todo lo que detestabas. Recuerda cuando el maestro te insultaba, te alzaba la voz, te trataba como a un estorbo o simplemente te ignoraba. Haz memoria del porqué de los castigos y si realmente merecías ese trato. Te ruego que no pienses como adulto, piensa como niño, haz el esfuerzo. Luego recuerda las cosas buenas, al profesor que admirabas y le tenías alto aprecio, razona del porqué esa persona ocupó un sitio especial en tus recuerdos.
Ejercicio tercero:
Entra imaginariamente al cuerpo de tu maestro preferido, siente que en verdad puedes ver por sus ojos, escuchar y sentir tal cual era él. Es el momento de recrear imaginariamente una clase ideal con tus alumnos. Siente el respeto de ellos, el aprecio, la admiración y la atención. En estos momentos eres el mejor maestro del mundo, siente esa dicha de saber que haces las cosas bien.
Ejercicio cuarto:
El respeto se lo gana un maestro cuanto más conocimiento tenga y sepa demostrar con todo su ser que sus alumnos son importantes para él. Si todo este tiempo no te haz esmerado por superarte como profesor ahora es el momento, renuncia a ciertas cosas que no son trascendentales para agarrar un buen libro o para realizar un trabajo o ejercicio complicado, lo suficiente como para que sientas que tu cerebro se está esforzando. La televisión, por ejemplo, es un vicio para estúpidos, el salir a comprar ropa y demorar horas en ello es de imbéciles o frívolos, ir a fiestas ruidosas para gastar tu dinero en placeres efímeros es para gente que no paresia su vida, para esas personas que no se han dado cuenta que su existencia en este mundo es trascendente. Renuncia a morir con los ojos abiertos, no hay nada más triste que un muerto en vida.
Ejercicio quinto:
Cuando estés frente a tus alumnos recuerda que tu trabajo es muy importante. Si vives en un país del tercer mundo como el mío, no te quejes en ese momento de tu sueldo miserable, olvida que tus gobernantes roban, que la pobreza que vives te impide comprar las cosas que necesitas para tu familia. Ahora eres un santo hermano(a) del alma, y tu oficio es hacer de este mundo un sitio más grato para vivir.
Las cosas que no se deben hacer y las que sí:
1.-Si tu alumno te demuestra que sabe una cosa que tú ignorabas no te muestres sorprendido y mucho menos ofendido. Felicita su iniciativa y haz que sus compañeros sean alumnos por ese momento de él. Deja que se explaye en demostrar lo que aprendió fuera de clases. Eso es muy importante para su autoestima.
2.-No te quejes, ni siquiera para tus adentros, si no tienes material didáctico, si lo haces ellos se darán cuenta y perderás la autoridad como la confianza. Mi país es muy pobre y por ello he tenido la dicha de conocer a maestro muy creativos. Por ejemplo: Puedes comprar lápices y partirlos en cuatro partes y así darles a los niños que no tienen para trabajar. Si vives en una zona rural agarra ramas de sauce, consigue un tubo de metal ancho y con la ayuda de una hoguera convierte esas ramas en carboncillos...Te daré trucos para que incluso fabriques tu propia plastilina.
3.-Nunca humilles a tu alumno si ves que no cumplió con su trabajo de la manera correcta, trata incluso de sentirte feliz de ver su esfuerzo. Encuentra lo poco bueno que en su trabajo hay. Si no lo haces de esa forma es probable que en la siguiente clase ni siquiera haga el intento de hacerlo mejor. Ese niño verá en ti a un ogro maldito.
4.-Recuerda que estas formando a un nuevo ser, no seas cruel con las notas. Tu misión es hacer de ese niño una esperanza para el mañana. Si lo conviertes en un resentido es probable que cuando apenas tenga algo de libertad o poder este desquite sus frustraciones en una persona inocente, por arte de magia cometerá las mismas crueldades o necedades que tú cometiste contra él.